TIERRA DE TODOS
La organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), en comunicado, llama la atención de la comunidad nacional e internacional, hacia la grave situación de los derechos de los pueblos Indígenas Nukak Makú y Guayabero, Sikuani y Tucano, en el país. Alertan que violaciones a los derechos de los pueblos indígenas no respetan sus derechos humanos como colectividad. "El derecho a la existencia como pueblo es para los indígenas lo que el derecho a la vida significa para los hombres y mujeres individualmente considerados".
La violencia contra el pueblo Nukak es antigua. El primer contacto que tuvieron con otras comunidades fue en 1988. La malaria y la gripe causaron devastación entre la población. En 1985, ellos eran 1.200; 20 años después, la población fue reducida en un 60%, quedando menos de 500 personas. De la etnia Nukak Makú, actualmente 255 indígenas están ubicados en cuatro lugares próximos a la población urbana de Guaviare, y corren el riesgo de desaparecer. En diciembre de 2005, el asesinato de miembros de la comunidad Nukak forzó a los otros miembros de la etnia a abandonar sus territorios.
LOS GITANOS.
Los Gitanos llegaron a Colombia hace unos 250 años durante la época de la colonia. Pertenecen casi en su totalidad al subgrupo denominado Cíngaro Kalderash, en los que sobresalen los linajes o clanes Bolochoc. Hoy se estima que existen en el país alrededor de ocho mil; mil quinientos en Bogotá. Se mueven especialmente en barrios del sur como La Pradera, Trinidad Galán, Marsella, Puente Aranda, Siete de Agosto, La Francia, La Igualdad, entre otros. En los Santanderes (Bucaramanga, Girón y Cúcuta), Magdalena, Nariño y Valle, están los mayores núcleos. Hoy por razones como el orden público, la inseguridad de las carreteras, la tecnología y la modernización, las tradiciones Gitanas están siendo afectadas: la instalación de carpas, la lectura de la mano y el nomadismo.
El antropólogo Hugo Alejandro Paternina Espinosa, quien ha investigado sobre esta cultura en Colombia, afirma que la desaparición de la vida en las carpas es una de las profundas transformaciones de los Gitanos. Desde hace unos veinte años, no volvieron a instalarlas ni a hacer fogatas, con excepción de Pasto (Nariño), donde todavía unos pocos reductos los hacen.
LOS EMBERA:Los Embera son un pueblo amerindio del occidente de Colombia y el oriente de Panamá. Son unas 60 mil personas. Se conocen como emberá katío a los que habitan en el alto Sinú y el alto San Jorge, departamento de Córdoba y en Urabá; en Colombia, embera chamí a los que viven en las cordilleras occidental y central de los Andes colombianos, departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío y Valle; Chocoes o simplemente Emberá a los que habitan las cuencas del río Baudó y del bajo San Juan, municipios de Istmina, Alto Baudó y Pizarro; el río Curiche, municipio de Juradó en el Chocó (Colombia); y en la Comarca Emberá-Wounaan en el Darién (Panamá); y como eperara siapidara o epená, a los de la costa Pacífica de los departamentos de Valle, Cauca y Nariño en Colombia.
En Panamá se les acostumbra llamar emberá (con tilde), siguiendo la tendencia del español panameño de convertir las palabras en agudas. Emberá significa literalmente: "La gente del maíz".
LOS CUBEO.
Cubeo, kubeo o pamiwa es un pueblo indígena que habita en la cuenca del río Vaupés, especialmente a lo largo de sus afluentes Caduyarí y Querarí, así como del Pirabotón y el Cabiyú. Son unas cuatro mil personas, la mayoría de las cuales viven en el resguardo indígena del oriente del departamento del Vaupés, una parte en los departamentos de Guaviare y Guainía y otra parte en Brasil.
La economía cubeo es igualitaria y se orienta a la subsistencia del conjunto. La productividad de una comunidad se subordina al parentesco, la satisfacción de las obligaciones sociales, la ética pública y las relaciones de pareja.
La subsistencia depende principalmente de la agricultura itinerante y de la pesca. En la chagra (hio) cultivan varias especies, entre las cuales destaca la yuca amarga (küi), junto con el maíz (wea), ñame, chonque (hômüka), ají (bia), coca (pátu), caña de azúcar (kawa mene), plátanos (ôrêwe), Chontaduro (ürêdü), piña (ihibo), guama (meneme) y otros frutales
Organización social:
La organización social cubeo se fundamenta en las relaciones entre conjuntos y segmentos, de manera que lo colectivo fomenta la autonomía de cada una de las partes y a la vez sus interrelaciones. El colectivo genera una zona segura que refuerza la autonomía de los segmentos y fortalece su vinculación. El énfasis en el crecimiento del individuo se fundamenta en la comunidad y el conjunto.
Existen tres "fratrias" exogámicas cubeo; la primera, se considera como pâmiwâ propiamente dicha y es la mayor. La Yurema (anaconda), es de origen Kurripako (familia arawak) y sus integrantes son bilingües. Se considera que los integrantes de una fratria descienden de un ancestro común y por tanto no pueden en ningún caso casarse ni tener relaciones sexuales entre ellos. El matrimonio ideal es con alguien de otra fratria cubeo (endogamia étnica). Cada fratria se divide en varios "sib" o clanes, uno de los cuales (Bahúküwâ) procede de los macú kakwa.
Lengua:
El idioma cubeo, pâmîé o pâmi kâmu, pertenece a la familia tucano, rama central o media. Su gramática refleja una influencia arawak, en tanto que también se registran prestamos mutuos con las lenguas makú, especialmente el Kakwa y Nukak. El cubeo hablado, tanto por los integrantes de las fratrias cubeo, como por diversas gentes de la hoya del Vaupés, en la que en ciertas épocas sirvió como lengua general.
LOS WAYUU:
Economía:
Pueblo dedicado especialmente al pastoreo.[4] Los bovinos se consideran el mayor valor, pero su crianza es limitada por las condiciones ambientales. Cada clan tiene una marca de hierro, ya que el ganado es marcado con el símbolo clanil. Las cabras (kaa'ulaa) o chivos, registran el mayor número de cabezas y son cuidados en rebaños de 100 a 150 animales y a veces de muchos más. Anteriormente se criaban muchos caballos, asnos y mulas, pero en los últimos años las epidemias han diezmado estas especies.
Entre los wayúu el ganado es la principal riqueza y además el principal motivo de prestigio. Aunque se comercia con él, se intercambia de modo no comercial: para sellar una alianza matrimonial, como derecho sobre una descendencia o para compensar daños o delitos, solucionar conflictos y establecer la paz. Además, el pastor asocia su ganado a los rituales que marcan su ciclo vital.
Geografía
Ocupan un territorio 15.300 km2 dentro del departamento colombiano de la Guajira, Colombia, y 12.000 km2 dentro del Estado de Zulia, Venezuela. El clima de sabana xerófila al sur y occidente (Baja Guajira) y de estepa árida o semiárida al norte y oriente (Alta Guajira), es cálido y seco, la lluviosidad de esta región es muy reducida y sólo hay lluvias en el juyapu, entre septiembre y diciembre. En la Alta Guajira está el denominado Macizo Guajiro[1] conformado por las Serranías Macuira, Jala'la, Chiare, Cojoro y Cocinas y el cerro Epitsú, que alcanzan hasta 900 m.s.n.m. Al sur de la baja Guajira corren, hacia el occidente el río Ranchería y el río Limón hacia el oriente.
Población
Los wayúu son el pueblo indígena más numeroso de Venezuela y de Colombia; representan cerca del 8% de la población del estado Zulia y cerca del 45% de la del departamento de La Guajira[2] y sobrepasan las 500.000 personas.
Historia
El pueblo wayúu es uno de los pueblos arawak que, como una gran corriente migratoria, se desplazaron tanto por la Amazonia, como hacia las Antillas, a donde llegaron hacia el 150 a. C.
Hacían parte de sus costumbres ancestrales, la caza, pesca y recolección, así como la horticultura, donde ella era posible, al sur de la península o en otros lugares con un ambiente menos desértico que el actual. La vivienda era comunal, en forma de maloca.
Aunque el contacto con los conquistadores europeos data del siglo XVI, los wayúu no fueron conquistados sino hasta muy tardíamente, después de la independencia de Colombia y Venezuela. En esto influyó tanto la resistencia indígena, como las duras condiciones ambientales del desierto, que sirvió como refugio a los wayúu.
Economía
Pueblo dedicado especialmente al pastoreo.[4] Los bovinos se consideran el mayor valor, pero su crianza es limitada por las condiciones ambientales. Cada clan tiene una marca de hierro, ya que el ganado es marcado con el símbolo clanil. Las cabras (kaa'ulaa) o chivos, registran el mayor número de cabezas y son cuidados en rebaños de 100 a 150 animales y a veces de muchos más. Anteriormente se criaban muchos caballos, asnos y mulas, pero en los últimos años las epidemias han diezmado estas especies.
Entre los wayúu el ganado es la principal riqueza y además el principal motivo de prestigio. Aunque se comercia con él, se intercambia de modo no comercial: para sellar una alianza matrimonial, como derecho sobre una descendencia o para compensar daños o delitos, solucionar conflictos y establecer la paz. Además, el pastor asocia su ganado a los rituales que marcan su ciclo vital.
LOS INGA:
UBICACIÓN GEOGRÁFICA INGA - INGANO
Los inga se localizan en el Valle del Sibundoy, Yunguillo y Condagua, en el departamento del Putumayo. También existen grandes concentraciones en Aponte, departamento de Nariño, en el departamento del Cauca y en centros urbanos como Bogotá y Cali.
POBLACIÓN INGA - INGANO
Se estima su población en 19.079 personas.
HISTORIA INGA - INGANO
Algunos estudios han propuesto como hipótesis sobre el origen de este grupo su pertenencia a las comunidades del gran Imperio Inca en la época prehispánica, quienes cumplían la misión de “resguardadores“ de las fronteras para impedirla sublevación de las tribus sometidas al tributo.
De acuerdo a esta perspectiva, a finales del siglo XV llegaron al Valle de Sibundo y para evitar la resistencia de los kwaiker de Nariño, dirigiéndose a la zona del actual Putumayo, donde quedaron aislados de los demás grupos quechuas. Durante la conquista, se desplazaron a zonas de los departamentos de Caquetá y Nariño. Una vez asentados en su territorio, el establecimiento de las misiones capuchinas tuvo un gran impacto en su cultura.
La tradición migratoria ha marcado la vida y la identidad cultural del pueblo Inga, como lo demuestran las generaciones de indígenas nacidas en ciudades y centros urbanos. La migración a zonas urbanas data de los años treinta cuando la guerra contra el Perú y la colonización militar hicieron que cerca de mil ingas del Alto Putumayo se desplazaran a otros pueblos vecinos e incluso a Venezuela.
En años recientes se han extendido a casi todas las ciudades importantes de Colombia. Su estrategia de supervivencia en la ciudad está basada no solo en el alto grado de cohesión social manifestado en el desarrollo y colaboración del cabildo, sino además en su inserción en la economía informal como curanderos y vendedores
ambulantes de plantas medicinales y otros productos curativos y mágicos -religiosos.
CULTURA INGA - INGANO
Los inga son médicos tradicionales por excelencia y poseedores de un gran conocimiento de las plantas. El yagé, planta que manejan en diferentes formas, es considerado como el medio a través del cual se revela el mundo terrenal y espiritual de los inga y kamëntsá. Es por medio del uso del yagé como el Chamán hace contacto con los creadores. Para este grupo, el matrimonio representa un vínculo indisoluble realizado tanto por la ceremonia católica como tradicional.
ORGANIZACIÓN SOCIOPOLÍTICA INGA - INGANO
El cabildo es la institución que rige al pueblo Inga, con un gobernador en calidad de jefe máximo. Actualmente hay un frente común conformado por tres cabildos: Santiago, San Andrés y Colón, y el cabildo Kamsáde Sibundoy. Estas instituciones buscan encontrar soluciones al problema de tierras y definir posiciones conjuntas frente a organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, fortaleciendo la autoridad interna del grupo.
LOS SALIVAS:
Los grupos a que nos referimos hoy son los Guahibo y los Sáliva de los Llanos Orientales. Los Guahibo constituyen una familia lingüística independiente. Habitantes de las sabanas del Orinoco al oriente de Colombia, en un área comprendida entre los ríos Meta, al norte del Guaviare y al oriente del Manacacías. Este grupo lingüístico comprende una serie de subgrupos, entre los cuales podemos citar: los Cuiva de los ríos Ariporo y Aguasclaras en Arauca y Casanare; los Guayabero que habitan hoy las riberas del Guaviare; los Amorúa, Chiricoas y Yaruro prácticamente desaparecidos hoy de nuestro territorio. Se encuentran algunos Yaruro en los llanos de Venezuela. Los Sikuani de las sabanas del Vichada también pertenecen a la familia lingüística Guahibo. Actualmente no representan demográficamente un alto porcentaje sobre la población total de los Llanos de Colombia. La población Guahibo fluctúa entre 5.000 y 10.000 habitantes, constituyéndose en un núcleo de población indígena importante respecto a otras áreas indígenas del país. Se encuentran también grupos Guahibo alrededor de San Juan de Manapiare en Venezuela, en un número aproximado de 5.000 individuos.
La comunidad sáliba es reconocida dentro del panorama de las comunidades indígenas de los Llanos Orientales como la etnia que tal vez ha sufrido con mayor rigor el proceso de aculturación, ya que desde el siglo XVII han venido siendo "civilizados", principalmente a través del adoctrinamiento en la fe cristiana. Sin embargo, tal y como nos lo muestra la investigadora Hortensia Estrada, esta comunidad conserva aún intactos muchos de sus conocimientos y prácticas ancestrales, especialmente en lo que al uso de plantas medicinales se refiere. Este escrito nos presenta, entonces, un panorama de las cada vez menos frecuentes prácticas tradicionales de esta comunidad ligadas a las nociones de salud y enfermedad, tales como los rituales del paso de niña a mujer, los rituales para la fertilidad, la curación e imposición de enfermedades, entre otros. En medio de este contexto de constante abandono de elementos socio-culturales y lingüísticos tradicionales, resaltan las creencias sáliba acerca del poder de los médicos tradicionales (yerbateros, yoperos, rezanderos, piacheros y brujos) tanto para curar como para imponer enfermedades.
LOS NUKAK:
Los Nukak (AFI [nɨkãk]) son un pueblo indígena que vive en la selva húmeda tropical, entre los ríos Guaviare e Inírida, en el departamento del Guaviare, República de Colombia.
Son cazadores-recolectores con patrones nomádicos estacionales y además practican una horticultura itinerante en pequeña escala. Cazan, especialmente las diversas especies de monos (Alouatta spp., Cebus spp., Saimiri sp., Lagothrix sp., Ateles sp., Saguinus nigricollis, Callicebus torquatus), y también aves (patos criollos, pavas, paujiles, tentes, tucanes), con cerbatanas construidas de tallos de palma y dardos con "manyi" (Curarea sp.), curare, el veneno especial para paralizar la víctima); usan además la cerbatana con tabletas llenas de látex para cazar aves pegando sus plumas y alas en pleno vuelo.El matrimonio, base de los grupos domésticos, se establece después de que el hombre ha cortejado formalmente a la mujer con regalos aceptados y ella ha accedido a vivir con él. Para buscar pareja, un hombre debe haber pasado por un ritual de iniciación en el cual soporta diversas penalidades y dificultades, demuestra las habilidades fundamentales para la subsistencia y consume un alucinógeno (Virola sp.).
Se considera la pareja más adecuada la formada con primos cruzados, en tanto que los primos paralelos, como los hermanos, no deben unirse, por lo que cada hombre busca mujer en grupos donde las hermanas y tías maternas están casadas y por tanto las solteras son elegibles.
Lengua [editar]
Artículo principal: Idioma nukak
Los Núkâk hablan una lengua tonal, que forma parte de la familia Makú-Puinave, y está estrechamente relacionada con la lengua de los Kâkwa, Cacua o Bara-Makú, hablada en el Querarí y Papurí, cuenca del Vaupés
AFROCOLOMBIANOS:
AFROCOLOMBIANOS - RAZA NEGRA EN COLOMBIA
La población negra de Colombia se constituye con los descendientes de africanos de las etnias provenientes del Africa ecuatorial, esclavizados y traídos a América desde la época de la Colonia, en el siglo XVI. Su llegada tiene lugar dentro de los inicios del capitalismo mundial, cuando la colonización europea introduce esclavos en el continente americano para la explotación de materias primas como el algodón, azúcar, arroz, tabaco entre otros. Ingresan legalmente al país por Cartagena de indias, haciendo parte de la trata de negros, en un mercado dominado por Holandeses y Portugueses; como contrabando, llegan por el Litoral Pacifico a Buenaventura, Charambirá y Gorgona, o por el Atlántico a las costas de Riohacha, Santa Marta, Tolú y el Darién.
Los afrocolombianos fueron ubicados en zonas calidas, selváticas o en las costas, en ambientes similares a los de su natal Nigeria, Gabón, Congo, entre otros. La mayor concentración se encuentra actualmente en las zonas costeras de la región del Pacifico (Departamentos del Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño) y del Caribe (departamentos de La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Sucre y Antioquia). Así mismo, se sitúan en las regiones calidas de los valles del Magdalena, Cauca, San Jorge, Sinú, Cesar, Atrato, San Juan, Baudó, Patía y Mira. Algunos enclaves de antiguos palenques, haciendas, minas, o plantaciones bananeras, son hoy en día, núcleos significativos de población negra en casi todas las regiones del territorio colombiano.
Dentro de la población negra o afrocolombiana se pueden diferenciar cuatro grupos importantes: los que se ubican en el corredor del pacífico colombiano, los raizales del Archipiélago de San Andrés Providencia y Santa Catalina, la comunidad de San Basilio de Palenque y la población que reside en las cabeceras municipales o en las grandes ciudades.
Los departamentos con mayor porcentaje de afrocolombianos son Chocó, el Archipiélago de San Andres, Providencia y Santa Catalina, Valle, Bolívar y Cauca. Los que concentran aproximadamente el 50% de la población afro del país son: Valle del Cauca, Antioquia y Bolívar. La población afrocolombiana vive en la actualidad un proceso acelerado de migración hacia centros urbanos como consecuencia del desplazamiento forzado ocasionado por el enfrentamiendo de los grupos ilegales, en las regiones de Urabá y del medio Atrato y por la expansión de los cultivos ilícitos en las regiones de los ríos Patía y Naya; es así como en las ciudades de Cartagena, Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá reside el 29,2% de dicha población.
- EJERCICIO DE APLICACION:
- Este blog esta dirigidoa los alumnos de los grados 4,5 de la educacion basica primaria como instrumento de consulta en nuestra nstitucion con el fin de llegar a nuestros educandos con una buena informacion permitiendoles avanzar en el conocimiento de la diversidad cultural de los diferentes pueblos que compartimos nuestra nacionalidad colombiana.
LECTURA:
Muerte, hambre y desplazamiento: actualidad de los pueblos indígenas
Además del abandono total en el que se encuentran las comunidades indígenas por parte del Estado y las consecuencias como la pobreza extrema, la carencia de servicios básicos de salud y educación; se enfrentan a la violencia constante en sus territorios, pues son sumamente apetecidos para jugosos proyectos de inversión extranjera o considerados puntos estratégicos para los diferentes actores del conflicto armado nacional. (Primer a Parte)
Por lo anterior, el panorama actual de las realidades indígenas es preocupante, 1200 son ya los líderes asesinados entre 2002 y 2009, miles de niños, madres y hombres nacidos dentro de culturas ancestrales y pacíficas, fueron masacrados en medio de un combate de poderes que les cuesta trabajo entender.
La salud en los pueblos indígenas, una gran enfermedad
No es un secreto para el país la deficiente atención médica que reciben los indígenas de Colombia, y en muchas ocasiones, las miles de muertes por enfermedades que se habrían podido evitar -de no ser por la escasez de medicinas o médicos preparados que logren llegar a las zonas afectadas-, terminando así en verdaderas tragedias.
La más reciente noticia de problemas de salud, se dio el 9 de septiembre del presente año en Vitoncó, Tierradentro, al encenderse las alertas de emergencia debido a un brote de diarrea que ha afectado a más de 300 personas y ha causado la muerte de tres niños.
Alberio Vistus, autoridad tradicional del Vitoncó, dio a conocer que se "ha declarado emergencia de salud pública por el brote de diarrea que ha causado la muerte a varias personas" y afirmó también que "hasta el momento se ha contado con el acompañamiento del Hospital San Vicente de Paúl, la AIC, la Unidad de salud de Belalcázar y la Universidad Nacional que ha tomado varias muestras del agua y alimentos, para conocer las causas de esta enfermedad".
La comunidad de Vitoncó está conformada por 8 veredas, y entre ellas la localidad La Cruz con una población de 1.200 personas, lugar donde se ha presentado esta epidemia, y donde el personal de salud ha centrado su trabajo. Pero a pesar de los esfuerzos de las anteriores organizaciones "falta más acompañamiento y atención por parte del Estado, pues las ayudas no han sido suficientes" según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca - ACIN, haciéndose urgente la colaboración de la ciudadanía, ya sea económica o con sueros antidiarreicos y medicamentos para la fiebre, entre otros, junto con la presencia de más médicos en este resguardo de Vitoncó.
Contradictorias nociones de progreso
Otro gran problema al cual se ven enfrentadas las comunidades indígenas en nuestro país es la riqueza de sus tierras, conservadas por ellos hace miles de años, pues aunque suene extraño que ésto sea un inconveniente, el Gobierno Nacional ha iniciado una gran cantidad de proyectos que afectan directamente el corazón de sus territorios.Un claro ejemplo de lo anterior es el ambicioso megaproyecto que se adelanta en la Sierra Nevada de Santa Marta, que consta de tres partes: la creación de una represa en el Río Ranchería y el único importante que surca La Guajira; el desarrollo de un distrito de riego que se planea extender a lo largo de más de 18 mil hectáreas, por los municipios de sur del departamento, San Juan del Cesar, Distracción, Fonseca y Barrancas para aumentar la producción agrícola; y tercero, el desarrollo de un plan agropecuario para la creación de nuevos negocios agroindustriales, como el ají, la páprika, y el arroz.